El valor de las cosas no esta en el tiempo que duran, sino con la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables
































viernes, 3 de diciembre de 2010

Acuérdate de lo bueno

  
Cuando el cielo esté gris. Acuérdate cuando lo viste profundamente azul.
Cuando sientas frío: Piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.
Cuando sufras una temporal derrota: Acuérdate de tus triunfos y de tus logros.
Cuando necesites amor: Revive tus experiencias de afecto y ternura. Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría. Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han brotado.
Si esto has tenido; lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes volver a ganar.
Alégrate por lo bueno que tienes y por lo bueno de los demás, acéptalos tal cual son; desecha los recuerdos tristes y dolorosos, y sobre todo no tengas ningún rencor, no te lastimes más.
Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad. Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez.
Visualiza aquel atardecer que te emocionó. Revive esa caricia espontánea que se te dio. Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.
Allí en tu mente están guardadas todas las imágenes;
¡Y sólo tú decides cuáles has de volver a mirar!

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